De tardecita un Puto Junkie se levanta (osea un
drogadicto) Su única preocupación es
drogarse, él no ha comido, el casi ni come y la pone todos los días. Un ser
místico se le aparece que él no recuerda haber hecho pasar la noche anterior.
El Puto Junkie le dice: ¿Qué hay?,
El Místico le contesta: Flores, al patio.
El Místico arma uno, lo prende, conserva en sus pitadas
bajos grados Fahrenheit para saborear verdaderamente la crema crocante. Se lo
pasa al Puto Junkie y le dice:
Místico: Proba ese esqueje de indica.
Como siempre el Puto Junkie caga la cosa con su seca tan barata y un vecino Psiconauta que
espiaba desde la tapia hace rato le grita violentamente.
Psy Neighbourd: ¡NO! ¡LA CREMA!
El Puto Junkie le contesta a los gritos: Y bueno, peor son las piedras
¿no?
El Psiconauta salta la tapia y entre movimientos a lo Ninja
dando todo tipo de piruetas le arrebata el porro, da una mortal y en el aire se
babea el dedo y genera una argolla alrededor de la brasa, sus pies tocan el
suelo, los grados bajan, le da suaves besitos.
Psy Neighbourd: Enjoy the cream
El Puto Junkie se siente triste mientras que el Místico se
caga de risa y le percibe un aura especial al vecino.
Místico: Enjoy the cream.
El psiconauta se sienta y charlan:
Puto Junkie: ¿Qué más hay?
Psy
Neighbourd: LSN
Puto Junkie: Ohhh dame una jeringa.
El Místico y el Psiconauta se ríen. Eso ni si quiera existe.
El Puto Junkie se enoja y descubre su verdad debido al poder
de la flor , el sabía que era un Junkie pero no pensaba que era un Puto
Junkie, se puso a llorar y se marchó corriendo, ese porro detonó su cerebrito. Le activo
esa esquizofrenia de ser un careta.
Pues tal cual novela Mexicana con el drama vino la lluvia y
catalizó el despertar del Puto Junkie, se dió cuenta que la droga es cosa de
mandinga, digamos que no estaba al rango.
Alterando aún más su putes empezó a correr y cuando
empezaron a sonar sus pisadas en los charcos viajó de nuevo su introversión.
El mundo se le desestructuró, vio como todos ven y fue más
allá, se dio cuenta que los perros nos ven como pajeros por estar todo el día
pelotudeando en vez de estar tirados lamiéndonos el choto.
Se enojó aún más y puteó a Kali Yuga por no haberlo hecho
perro de la calle.
Se pegó un tiro esperando reencarnar y en los últimos
flashes de imágenes que pasaron por su cerebro notó más lo puto que
había sido. Murió feliz y con honor. Al menos cumplió bien su rol de puto.
Mientras tanto el Místico y el Psiconauta se unieron entre
diálogos con ansias de cambiar el mundo.
La primera instancia de ideas fue
concienciar a la gente sobre la ecología y motivar la desconfianza en todos los
políticos para así ejercer el control sobre estos.
Fumaron un par de tronchos (A bajos grados obviamente) Bajo
una galería en el patio, viendo la lluvia y el sol, percibiendo el verdadero color de la psicodelia, fumaron otras cremas. El tucon engrasao de resina les abrió el apetito y entraron a merendar.
El
frasco abierto en el suelo en medio de sus sillas escupía un aroma que era
llevado por el viento a la tramposa nariz de un vecino proveniente de la tapia
de otra dimensión a la cual ellos nunca habían llegado. Y se creen Místico y
Psiconauta los pelotudos.
Yo el narrador, salté la tapia, entré en su dimensión y con
mi fundamento a lo político dije:
Narrador: Si son tan dormidos no salvaran nunca este mundo lleno de ratas.
Me robé el frasco y volví hacia el otro lado de la historia.
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