A lo largo de una toxica experiencia, de haber recibido reproches, de haber sido juzgado al contrario de lo que habré sido, he notado que en los ambientes de mayor “clase” creo que así le llaman, uno puede contemplar en sus canciones el degrado a la mujer, a los sentidos, un escape de cualquier mundo cultural hacia un mundo mas oscuro que pueda vivir cualquier drogadicto, mientras tanto en los lugares escondidos por las polleras de las madres cristianas uno descubre ese nuevo mundo, a donde los sentidos evolucionan como cuando éramos niños (Artaud) a donde nuestra percepción puede invadir cualquier campo de lucha, creando una paz a donde uno no va a observar aquellas alcohólicas oscuridades a donde las luces nos ciegan de tanto repercudir las miradas, a donde un rostro no puede contemplarse y se genera un caos sexual, a donde tanto volumen va a impedir que nuestros tímpanos puedan contemplar algún hermoso timbre de voz, en fin, aquellos que tanto reprochan personalidades, apodándote demencia son los que en realidad la poseen, esos que consumen la basura audiovisual de las masas no pueden estar “bien” aquellos que han golpeado a las mujeres a temprana edad y llaman enfermo a alguien mas, es solo una cuestión de hipocresía, algún miedo de ellos a experimentar las tragedias de los libros de alguna nueva orden de un moderno Cristo, entonces no entiendo a veces, si el mundo esta enfermo, o uno mismo, o tal vez el resto o lo mas probable es que todos, uno y cada uno de los seres humanos alberguemos una locura distinta.
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