Su representación se basa en algún hogar de huérfanos a donde las nenas desatan su promiscuidad con los niños más bonitos, que por medio de uno de los medios del habla más hermosos de la existencia esta señora lleva a la degradación el rojo, el verde y el azul. Incitando a los pobres nenes a fijarse en sus ropitas, en vez de andar sucios y embarrados se entremezclan en odiseas musicales nocivas para los oídos, para la conciencia.
Aquel mundo colorinche a donde los gauchos usan carpincho y hebillas de alpaca, con sombreros mexicanos, venezolanos o de algún cantante romántico de Latinoamérica. ¿A dónde se escapa el mundo? ¿Hacia donde vuelan las conciencias? Y ellas bailan y se compran el karaoke y en las noches su visión se distorsiona reconociendo solo las marcas que Cris mostró, necesitamos una nueva abolición de esta esclavitud sexual, si esta ideología sigue viéndose en la tele estudiemos para ser abortistas, pues no falta mucho para que haya un genocidio masivo de fetos, para que sus madres oculten la velocidad de sus nenitas, para que algún pobre chico con desgracias intelectuales en su rostro pueda tener al fin a la chica de apellido debido a la conveniencia de su reputación. No sorprendería que las chiquitas quieran huir de sus casas, pues si en un orfanato instantáneamente explotaran comedias musicales por que habrían de vivir en sus casas, si aparte en el orfanato van a vestirlos con 47 Street.
Las cosas se han ido muy lejos, las nenas no tienen la culpa, es su alimentación, la culpa la tiene el nutricionista de los medios que empalagan a los chicos de anorexia audiovisual, también insertan sus dedos en las gargantas de la cultura, para que esta escupa todo, repele la escena de vísceras y verduras y quede todo lo bueno pegado en las paredes que no serán limpiadas y se hará mas difícil despegarlas con el paso del tiempo, hasta que la gente se olvide o nunca sepa de este gran vomito, de esta gran censura guiada por el gusto de las mentes putrefactas, la única forma de actuar, es luchar con el buen gusto y tener miles de millones y trillones y algún numero que no da mi calculadora menos veces de audiencia que la promiscuidad, la mentira de las señoras. Locomotoras seguirán asesinando entre las vías la cultura y trasgresión, pero siempre habrá algún riel que descarrile estos vagones, ese día triunfaremos, ese utópico día triunfaremos.
Memoria, eternidad. Manifiesto
Hace 11 años
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