Nueva desconexión entre las dos formas, percibo en la fuerza el rechazo de las frustraciones.
A modo de subjetiva imaginemos el caminar con tantas cosas a nuestro costado fluyendo hacia atrás, desapareciendo en la voz en off que repite a menudo que abandones el lugar, diciéndote que si te ubicarías desde la esquina puedes ver las expresiones deformarse en cada acción del objetivo de tu historia, escena cómica donde resalta la debilidad, vivencia trágica entre los andares. Pasemos a un travelling en un plano general de este descendiendo por calles bien nocturnas en las cuales su rostro se desvanece en una tristeza inexistente por haber demorado sus poesías mas ocultas el sentir el tacto de alguna musa que pudo hacer relucir el alma del niño que aun conservaba.
Rodeado de pensamientos oscuros, siendo además en su trayecto de ebrio nostálgico el objeto de las bromas mas molestas y poco originales, arrepentido como siempre, esperando que los vacios se completen de repente, que aparezca de una vez la persona de sus letras. Flashbacks sobre los peores momentos con la incógnita prohibida por la que se encuentra perdido, ilusiones que se quiebran y vuelven a levantarse, cuando nuevamente usando la vuelta atrás se convence por las imágenes del momento en que sus gestos conversaban compartiendo la angustia, dilatándose el uno al otro, compartiendo las sonrisas y las celebres imitaciones del llanto interno, que es el indicado de prender sus raíces y a la vez puede notar que esa “prohibición” esta vez coincide con la narrada patente
Memoria, eternidad. Manifiesto
Hace 11 años
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