miércoles, 30 de enero de 2013

Psychanfaina




Dice que estaba un Santiagueño y un Bandeño en froilan, de la nada un místico agarra y les da una pepa. Los changos ni sabían que era pero lo mismo se la mandan, el tiempo pasa casi como 40 minutos y el Bandeño abre su boca.

Bandeño: E chango ¿Qué nos ha dao ese viejo?

Santiagueño: Anda sabe, seguro ha cortao un pedazo de cartón de un paquete de cigarros. Viejo hijo de culiadora.

Bandeño: Ja

Bandeño: jaja

Bandeño: Jajaja

Bandeño: jajajajaja

Bandeño: jajajajajajajaja

Santiagueño: JAjajajaqjweiajajajajaj24jajwjajasdjsadj
Santiagueño y Bandeño: JAJAJIJAJjajaje234jewq2#$”!$jajajaj2 42q5$#%&%$038534fshiyasdjajajajjajajajajajajjajaajjajajajaja

Tanto el Bandeño como el Santiagueño se han empezao a derretir en sus lugares. Si, en el patio de froilan abundan las familias pero a pesar de eso como andan todos machaos estos dos esquizofrénicos pasaban desapercibidos.

El Bandeño habla:

Escucha del Santiagueño:   ¿Vos crees que todo así como lo vemos, realmente  esiste? ¿Esiste? ¿Esiste? ¿Siste? ¿Siste?

El Bandeño y el Santiagueño empiezan a viajar en preguntas profundas pero sin sentido y con mucho delay, a medida que se preguntan cosas sus risas aumentan estallando en sonidos semi animales similares a los chanchos, el Santiagueño estornuda y en cuanto cierra los ojos experimenta un placer de estornudo potenciado trece mil veces. Mantiene sus ojos cerrados por varios minutos y exclama:

Santiagueño: ¡Maa chango!  No sabes la cantidad de formas y colores que estoy viendo.

Bandeño: ¿Qué?

Santiagueño: Cerrá los ojos chico.

El Bandeño cierra los ojos y ve formitas colorinches, se vuelven locos gritando. Sus oídos se empiezan a sensibilizar demasiado debido a que en el escenario está cantando un pibe que hace quedar al Pulpo Heredia como Pavaroti. Empiezan a experimentar un mal viaje, pues sus oídos revientan. La gente ahora si los ha tomado de punto y les tienen miedo. Lo descubren cuando abren sus ojos…

Bandeño: ¡Vamo al pingo!

Santiagueño: Ehh si…

En eso que los changos se iban había uno que parece que había peleao, mientras lo llevaban unos ahí que se hacían los seguridad. 

Este exclamaba:

Machalo que había peleao: Yo sé que me tengo que ir. Ya sé pero por favor, déjenme comprar un vino para el camino.

Los seguridad no lo dejaban y el Santiagueño ha ido a comprar un vino. Ha salio del patio, valida sea esta redundancia. Y le ha regalao el vino. El machalo les ha dao un porro que tampoco nunca habían probao. Se fueron para el lao de un algarrobo y lo han prendio.

Empezaron a toser, como pavos. Cada uno tosía cuando el otro fumaba, el Bandeño ha tocao el árbol y le ha dao una electricidad hermosa, lo ha abrazao y ha terminao trepándose. El Santiagueño lo  ha imitao en lo mismo. Han Viajao hasta que la luna había terminao de salir, dicho sea de paso estaba llena. La experiencia nueva de sentir estas energías habían dotao de cierto poder a estos dos imbéciles. Su percepción había cambiado.

Santiagueño: Cierto que fumo cigarro yo.

Bandeño: ¿Qué?

Santiagueño: Nada me he acordao que fumo cigarro, pero ya no. Jajaja me ha dejao de gustar. Jjaaja

Bandeño: jajajajajajajajajajaajjaja

Santiagueño: jajajajaajajajajajajajaajajajaj

En cuanto a todo permítanme comentarles que el Santiagueño es primo mio y el Bandeño soy yo. Ya han pasao dos horas así que mejor vuelvo a mi cuerpo que esto de ser una conciencia flotando ya se me ha hecho aburrido.

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