lunes, 17 de mayo de 2010

PRUM V

Después de regresar de su viaje tan misterioso, Prum se desvirtuó de todos los elementos que le ofrecía su conciencia, atravesando todo tipo de límite solamente para cobrar su venganza, todos juzgaron los lapsos que no se habían mostrado, pero continuaron por compromiso su relación con este ejemplar. Pues no se sabia quien era, ni tampoco como lucia, mejor dicho: ¿alguno se ha preguntado que es? Solamente esperaban su atraco, o su homicidio, o lo que fuese que iba a llegar a hacer.
De repente volvió a correr la agonía que la invadía, una y otra vez constantemente en su cabeza, no entendía de que forma podría el vencer el endemoniado tiempo que le absorbía entre sus tristezas, el caño caliente en su sien se había repetido centenares de veces, el sufrimiento de sus traqueas ya la había inquietado de intentos, el fuego convulsionando su carne y desprendiéndola de sus huesos era un recurso que había decidido dejar de usar luego de la primera vez, pues era tan grande la tortura que quizás superaba el eje de dicha acción, superaba su mismo fin. Quizás la caída de alturas inmensas fue su mejor muerte, al menos la que más divertía en su terrible e inesperada tristeza.
Otro error del invento nos sitúa a tiempos lejanos, pues estamos dentro, representémoslo así: Un día gris, de los creados para vagar, justamente con ese cliché personal disfrutaba así la ocasión, un ser tan extraño como los mismos números que ignoramos. Se le acerca, le entrega un reloj, demasiado extraño, poco convencional, este transmitía de alguna manera cierta electricidad, el hombre la mira y le repite muchas veces, lo único que necesito es librarme de esta adicción, he llegado tan lejos ya, que ni si quiera puedo volver a un principio valido, Jul no entendió lo que quiso decir, pensaba que era algún alcohólico perdido por las calles, pero acepto el reloj ya que este tenia una forma triangular invertida y atraía a su mismo ser del cual hablaremos mas tarde o quizás antes. Este reloj tenia impreso en su parte trasera la palabra Prum V, Jul aprendió a manipularlo, sorprendida cuando descubrió que no era solo un reloj, sino la llave a universos múltiples situados en un mismo espacio pero a distintos tiempos, entonces encontró la vuelta humana, el dinero, había sido millonaria, dueña del mundo por profecías de las cuales no las consideraríamos ya que ella sabia lo que provenía, Prum V paso de ser su objeto a dueño absoluto y total de su mente, pues la vida de Jul no iba a ningún lado sin dicho reloj.

Saltemos hacia un inicio, saltemos hasta el final.


Jul al ser inteligente no quería vivir dependiendo de una estupida y materialista adicción, intento matarse, de modos ya mencionados, pero cada vez que lo intentaba Prum V la desviaba directamente al principio, ya que esto la dominaba no dejaba que ella misma pueda escapar de su ser, Jul no quería arruinar mas vidas regalándoselo a alguien mas, volvió al día que recibió el presente depresivo, esquivo al hombre. Pero horas mas tarde el hombre se apareció por sus narices mágicamente entregándole el reloj y diciéndole ¡no puedes escapar de Prum! Es imposible, hace años busco la forma de irme y esto solo aumenta tu vida.
Jul entre llantos comenzó a escribir un diario en el cual revelaba el secreto de Prum V, titulado de dicha manera, lo dejo en su habitación y pensó durante su corta pero larguisima vida siempre en ir hacia delante, superando todo impulso y todo intelecto, viajó por el tiempo nuevamente, justamente al día del encuentro con Prum V. Fue por detrás, sacó un cuchillo y cortó el cuello de ella misma en un pasado, comenzó a desvanecerse como arena y su mueca se exalto hacia lo positivo, abrió sus ojos y estaba ahí de nuevo en la cama con el reloj a su lado, comenzó a gritar y destruir su habitación agarró el diario escrito anteriormente y lo destruyó hoja por hoja, viendo en la pagina final, Prum V es eterno, Prum siempre en tu vida, F: Jul Año 4987.
Tomó la pistola de debajo de su almohada y volvió el ciclo, se disparó, se levantó se disparó, se levantó, se cortó, se desangró, lloró, se odió, se volvió a matar, pero volvió a volver a ser, regresó siempre hasta el principio que la llevaba a un fin que la transmitía nuevamente hacia el inició de su mediocre existencia, de su depresivo hospedaje por los tiempos.