martes, 6 de abril de 2010

Idea a la pantalla

Los militantes del partido Zocialista reciben cierto día una información sobre lo que tramaban los militantes del partido neoliberal, ellos iban a comprar plutonio para luego infestar todo un barrio y destruirlo para que ellos se hagan cargo de los daños “anónimamente” y así poder acaparar la zona para luego destruirla con un terremoto generado por unos misiles subacuaticos que tenían y construir un cine de estrenos taquilleros, los del partido Zocialista planearon entonces una estrategia, el informante de ellos era un hombre de mucho dinero que quería construir un cine de películas clase b y había crecido en ese barrio y solo quería fomentar la cultura bizarra dentro de este, nunca destruirlo. Zocialistas, llamados a si mismo clan Z, tenían un ideal político fundamentado en el socialismo y una gran pasión al cine de bajo presupuesto, entonces fueron convencidos por la proposición, pues comenzaron su plan:

Compañeros, escaso y precoz, pero no tenemos tiempo, no debemos ser sospechosos, este es el plan: Se necesitaran 10 personas que se encuentren vestidos normalmente, cubrir esquinas hablando por celulares o quizás también lustrándose los zapatos, en el momento en que (joven1) salga del hotel yo mismo iré corriendo hacia el y lo interceptare, correré hacia la esquina y me subiré a un coche que dejaremos desde la mañana, pondremos otro coche a 5 metros por las dudas haya un inconveniente. Luego nos encontraremos en el galpón del exilio.

F: Sergei Ernesto Lozano

2 mañanas después:
Los neoliberales se encuentran con su proveedor de plutonio, le dan el maletín gris, hermético y perfecto, el hombre lo abre y su rostro reflejando ya el verde se asegura que tiene lo que esperaba. Le entrega el dinero, saca una pequeña regadera de su bolsillo, y le lanza agua sobre el mango de la valija, se va del lugar.

El clan Z ya preparado, ve salir a su rival y dan la orden, Sergei aparece desde la esquina, a gran velocidad, intercepta a (joven1) tirándolo al suelo, los guardaespaldas sacan sus armas, la gente empieza a gritar, Sergei llega al auto y se va al galpón donde había quedado en mente la reunión.

Galpón del exilio:

Los Zocialistas derrochan alegría por doquier, a gritos, carcajadas, admirando su triunfo sobre los “avanzados” de repente estos entran furiosamente por la puerta despertando un gran ruido, Sergei se levanta enojado de donde estaba sentado y saca un arma, se acerca a (joven1) y este le dice: Nanochips, Nanochips disueltos en agua tenía en el maletín, estupidos creyentes, nunca podrán derribar el capitalismo, es como la física, la ciencia que rige este universo.

A pesar de estar siendo apuntado por dos jóvenes de traje, Sergei le dispara en el hombro por susto y mala presición, el joven burgués comienza a gritar en el piso, tocándose la herida, cada vez siente mas dolor, su herida comienza a cicatrizar, el joven sigue gritando, se va transformando su piel en verde, le salen escamas, sus ojos se tornan amarillos, comienza progresivamente a transformarse en un ser reptiliano, con sus dos metros de altura y su furia tenaz, comienza a matar a todos los Zocialistas, mordiéndoles parte de su cuerpo, con su cola tan potente recibiendo disparos de los demás Zocialistas pero sin si quiera sentirlos. Los jóvenes trajeados solo disfrutan del espectáculo, la sangre ya crea un arroyo, las tripas el más desagradable collage, ojos vuelan por el lugar, la escena es bastante desastrosa, es una gran masacre, los Zocialistas se mueren y el joven reptil vuelve a transformarse en humano, los neoliberales se retiran de ahí, suben al auto y se dirigen a villa rencuentro.

Villa rencuentro
El joven reptil baja del auto camina un poco en un monte desolado, se encuentra ahí con un alienígena al cual le da el maletín con plutonio, el alienígena le dispara con una pistola de rayo láser y los neoliberales del auto arrancan asustados y huyen, el alienígena se queda ahí parado disfrutando haber matado un ser reptiliano, pero lo sorprenden desde atrás un ejercito de tíos cosas, que a navajazos lo derriban dejando un gran charco de sangre púrpura, toman el maletín y se marchan emitiendo cómicos ruidos.

Moraleja: “no te metas con los cosas anarcos”



Fin